El Aikido es un arte marcial japonés, sin competición, que propone una nueva respuesta a los problemas de violencia y agresividad.
Este arte marcial tiene una filosofía detrás, y está fundamentada en los principios de unificación y comunicación, proponiendo la búsqueda de soluciones a los conflictos en un plano superior al de éstos.
Funciona según el principio de valorización mutua y no de la afirmación de uno mismo en detrimento del otro por eso los practicantes aprenden a valorarse mutuamente y esta actitud sobre el tatami influye en las relaciones con las personas y la vida.
El Aikido tiene un ámplio e interesante abanico técnico (controles, luxaciones, proyecciones, atemis…) y si se practica con seriedad, intensidad y honestidad, las técnicas de Aikido pueden ser eficaces ante agresiones, pero “el Aikido no sólo es defensa personal”.
Por medio de su práctica se desarrollan nociones tan fundamentales en la vida diaria como son el equilibrio, la sensibilidad, el centro, el ritmo y la energía. También se desarrollan otro tipo de valores como HUMILDAD, VALOR, RESPETO.
