Mujeres y niños.
El Aikido es para todos!
Los niños se desarrollan
en un clima divertido y dinámico.
Para los niños, la edad límite inferior podría ser 6 años. Se practica en un clima divertido y dinámico y se integran todos los aspectos esenciales en el desarrollo y el aprendizaje.
Por ejemplo: se enseña utilizando juegos, formas, posturas, movimientos, desplazamientos, técnicas de defensa personal. Además de diversos ejercicios realizados a través de diferentes actividades lúdicas.
De esta forma se logra que sientan curiosidad ante nuevas situaciones y se muestren dispuestos al cambio, logrando una formación y educación global en los distintos ámbitos.
En Aikido no hay diferencia entre hombres, mujeres y niños.
No hay géneros ni edades.
Cuando hablamos de artes marciales, inmediatamente lo que nos viene a la mente es combate, fuerza, golpes… En resumen, la idea que se nos ha vendido: “que son altamente masculinas”.
Sin embargo, si indagamos un poco más en la historia universal, encontraremos que en distintas culturas y regiones muchas mujeres y niños tenían que combatir. Muchas veces para proteger su casa, su familia y su honor, se vieron en la necesidad de entrenar y desarrollar actividades bélicas.
Así sucedió en el Japón Feudal con las llamadas Onna Bugeisha, en el caso de las mujeres. Afortunadamente, ya no nos encontramos en esa época donde era necesario aprender a combatir para garantizar la supervivencia e integridad de las mujeres y niños.
Finalmente las artes marciales así como el mundo, evolucionaron para ir más orientadas hacia el deporte y sistemas de defensa personal. Pero sin dejar a un lado el trabajo interno que se desarrolla con cada una de ellas.
Las artes marciales nunca
fueron solo cosa de hombres.
Desgraciadamente esta sociedad nos dice que hay actividades o deportes que son para chicos y otros para chicas. De igual forma se suele pensar que las artes marciales son un mundo exclusivo para los hombres, y que las mujeres pierden la feminidad entre otros prejuicios.
Es cierto que las mujeres atraviesan cambios hormonales, embarazos, malestares derivados de la menstruación. Pero si el cuerpo se presta y no corre riesgo nuestra salud, pueden entrenar sin ningún problema. En realidad en algunas ocasiones tan solo es necesario bajar un poco el ritmo de entrenamiento.